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TikTok es la manera de informarse o desinformarse?

 

Aunque se presenta como una red social de "entretenimiento", TikTok es hoy una de las principales fuentes de información de niños y adolescentes -aunque también comienza a incidir en públicos adultos- y, con más de 16,2 millones de usuarios en Argentina, se ha transformado en un fenómeno comunicacional que empujó a los medios tradicionales a reformular la agenda informativa y los modos de presentar las noticias, una expansión que deja retos pendientes, como el de la propagación de noticias falsas.

Allá por 2020, cuando se afianzó como un entretenimiento para evadir la situación de encierro por COVID 19, TikTok logró que millas de usuarios -principalmente millennials y de la generación X- se descargaran la aplicación. Tres años después, la red social dejó de ser un espacio de exploración ligado a las generaciones más jóvenes y se convirtió en un territorio cuya atención disputan medios de comunicación, instituciones culturales o sociales y organismos públicos.

Creada en 2016 , TikTok es hoy la aplicación que más tiempo de uso tiene por parte de sus consumidores, superando a Instagram (17.30 horas) y Facebook (15.30 horas), con un total de 20.06 horas mensuales, según un estudio de Amnistía Internacional recién difundido que centra su trabajo de campo en el Reino Unido. En la Argentina, aún no hay relevamientos que midan su impacto, pero la cantidad de usuarios que tiene en el país -16,2 millones- sugiere que su repercusión va mucho más allá del público joven.

Eso llevó a que medios de comunicación, instituciones sociales y diversos organismos de la sociedad como empresas privadas y también organismos públicos -incluso municipalidades- hayan desembarcado en la red para ampliar sus audiencias y abrir otro frente de contacto con su público. Para eso hubo que adaptar contenidos a su formato: la narrativa que se impone en TikTok es visual, a través de videos cortos -de una duración máxima de 3 minutos-, que presentados en formato vertical que se distribuyen a partir de algoritmos que tienen en cuenta los gustos de los usuarios. El contenido que más tráfico de usuarios genera suele ser sobre bailes, desafíos y contenidos humorísticos.

La investigadora en Ciencias de la Comunicación Giselle Bordoy y la educadora Melina Furman analizan de qué manera los jóvenes se informan en esa plataforma, si se trata de un lugar más propicio para la viralización de noticias falsas respecto de otros espacios y qué rol tiene la cultura en este entramado.

Los usuarios de la generación Z acuden cada vez más a TikTok en lugar de Google para sus consultas, tal y como destaca la propia compañía estadounidense, un cambio de tendencia que suscita recelos en algunos sectores tras desvelar una investigación que casi el 20 % de los vídeos que circulan en la red social china contienen desinformación.

Investigadores de Newsguard, una herramienta periodística y tecnológica que rastrea desinformación en línea, analizaron 540 resultados en TikTok sobre 27 asuntos -como las vacunas de ARN mensajero, las elecciones de mitad de mandato en Estados Unidos o el cambio climático- y determinaron que uno de cada cinco vídeos eran engañosos.

Es más, el contenido con desinformación analizado se encontraba entre los primeros 20 resultados y, en muchas ocasiones, entre los cinco primeros, mientras que, de acuerdo con esta investigación, Google proporcionaba, para los campos consultados, resultados de mayor calidad y menos polarizantes.

Y todo ello en un contexto de “sorpasso”. TikTok superó a Google en 2021 como la web con más tráfico del mundo, según datos de la empresa de servicios de seguridad en internet Cloudflare. Y Prabhakar Raghavan, vicepresidente sénior de la multinacional estadounidense, reconoció que el 40 % de los nacidos a finales de los años 90 y principios de los 2000 acudían a la red social china y a Instagram para encontrar respuesta a sus consultas.

Ante este escenario, aquí te ofrecemos las principales claves para evitar consumir desinformación en TikTok.

En primer lugar, desconfía de aquellos vídeos que difunden afirmaciones o supuestos datos sin mencionar de dónde provienen.

Los desinformadores pueden intentar engañar con la utilización de falsos expertos. Se trata de una táctica utilizada, por ejemplo, por los negacionistas, como ha explicado el científico y divulgador Mark Hoofnagle.

Muchos usuarios aprovechan un acontecimiento de gran relevancia mediática para compartir de forma descontextualizada imágenes que no guardan relación con lo que está ocurriendo, pero se acaban viralizando. Es otra forma de desinformar que se observa especialmente en relación con la crisis en Ucrania.

No siempre los vídeos muestran la realidad. Los usuarios que difunden desinformación pueden emplear montajes, tergiversar datos o recurrir a otros trucos para que parezca real lo que enseñan al resto de internautas.

Asimismo, ante afirmaciones basadas en imágenes o capturas de documentos o artículos, es aconsejable buscar en internet la publicación original o la misma noticia en medios periodísticos fiables para comprobar si es verídica.

Por último, si encuentras publicaciones sospechosas o de dudosa fiabilidad, no las compartas sin corroborar antes que son verídicas.

 

ROSARIO CLIMA

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