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¿Adiós mamografías?
El diagnóstico del cáncer de mama es vital. Si bien es cierto que los casos han aumentado mucho en los últimos años, también es de los tipos de cáncer en los que más se ha mejorado su diagnóstico y, en consecuencia, su pronóstico. Los métodos que existen para ello son muy eficaces, pero hay algunos problemas. Por un lado, las típicas mamografías son dolorosas y algunas personas se niegan a hacérselas por el hecho de someterse a radiación. Es una radiación mínima, por lo que el balance beneficio-riesgo es infinitamente favorable, pero sigue siendo el pretexto de algunas personas que no se someten a cribados. Las ecografías son menos invasivas, aunque no llegan a donde lo hace la radiografía. Y, desde luego, la resonancia magnética es muy eficaz, pero los equipos que se emplean son muy caros. También lo son los ecógrafos y los mamógrafos, aunque no tantísimo.
Por todos estos motivos, no solo hay personas reacias a someterse a los cribados. A algunas no les importaría, pero en sus países la infraestructura sanitaria no alcanza a adquirir suficientes equipos de diagnóstico del cáncer de mama.
Por eso, un nuevo estudio, publicado por científicos de la Universidad de Florida y la Universidad Nacional Yang Ming Chiao Tung, de Taiwán, resulta de lo más prometedor. Estos investigadores han conseguido desarrollar una prueba de diagnóstico de cáncer de mama para la que solo hace falta un poco de saliva y unos equipos muy baratos. Además, tanto el hardware como el software empleados pertenecen a Arduino. Esta es una compañía de código libre, por lo que sería accesible para todo el mundo.
¿Cómo funciona este test de diagnóstico de cáncer de mama?
Este test de diagnóstico de cáncer de mama utiliza tiras similares a las que se emplean en las máquinas de detección de glucosa. Son muy baratas y fáciles de conseguir. ¿Pero qué se hace una vez que se deposita la saliva en ellas?
El mecanismo empleado, al igual que ocurre con otros test rápidos, como los empleados para la detección de la COVID-19, se basa en la unión de marcadores de la enfermedad con sus anticuerpos específicos.
Los anticuerpos que genera nuestro sistema inmunitario como respuesta a una infección actúan como piezas de puzle. O incluso como una llave y una cerradura. Se unen sola y exclusivamente a ese agente extraño al que deben atacar. Hay anticuerpos capaces de unirse a multitud de moléculas. Por eso, resultan muy útiles en el diagnóstico de enfermedades.
En este caso, se han seleccionado anticuerpos específicos para marcadores, presentes en la saliva, que proceden del metabolismo de las células del cáncer de mama. Cuando la tira con la saliva se coloca en el aparato de lectura, se le transmite una corriente eléctrica que estimula la unión de esos anticuerpos a los marcadores tumorales, en caso de que los haya. Si no se produce la unión, la corriente de salida será igual a la de entrada. Sin embargo, si hay marcadores que se unan a los anticuerpos, la corriente de salida experimenta cambios que pueden medirse gracias a una serie de electrodos. Estos, además, arrojan una señal proporcional a los niveles de marcadores, de manera que se puede conocer de forma aproximada la gravedad del tumor.
Esencial en países en vías de desarrollo.
En muchos países de bajos ingresos, la supervivencia del cáncer de mama se sitúa por debajo del 50%. Por el contrario, en algunos países con ingresos mucho más altos llega a alcanzar el 90%. Esto, entre otros factores, es consecuencia de la dificultad para obtener un diagnóstico del cáncer de mama suficientemente precoz en esos lugares en vías de desarrollo.
Por ese motivo, los autores de este nuevo estudio se muestran tan optimistas con su hallazgo. Las pruebas que han realizado han sido muy positivas. Al utilizarlo para analizar la saliva de personas cuyo diagnóstico ya se conocía, el porcentaje de acierto fue muy alto.
Si esto se consigue, podríamos alcanzar esa mejora global del pronóstico del cáncer de mama por la que tanto luchan desde la Organización Mundial de la Salud. De momento, los resultados son prometedores, pero aún es pronto para tener este test de saliva en los hospitales.
Quienes vivimos en un país que se puede permitir que nos sometamos a un cribado mediante mamografía regularmente sin pagar más que lo correspondiente a los impuestos, deberíamos estar orgullosos, valorar lo que tenemos y dejar de echarnos las manos a la cabeza por una dosis de radiación mínima. Las consecuencias de un diagnóstico tardío, sin duda, pueden ser mucho más dañinas que eso.