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"El Caso Asunta" una serie para ver
Para llevar a la pantalla una historia tan escabrosa como El caso Asunta, Netflix ha optado por un tono muy concreto. Lejos de buscar el thriller frenético y morboso, la serie se asienta en un registro pausado. El ritmo es lento y realista hasta el punto de casi asemejarse a un documental por momentos. Gracias a una cámara en mano y muy pegada a sus protagonistas, se genera una enorme sensación de inmersión desde lo "real". Es evidente que en la historia se omiten muchas partes y se incide en otras en favor de los mecanismos de la ficción. Pero, pese a contar con solo seis episodios, no se da excesiva prisa en avanzar hasta el final.
Eso juega tanto a favor como en contra de El caso Asunta. Por un lado, permite que los espectadores que no conozcan el suceso entiendan bien todo su contexto en líneas generales. También que sientan toda la tensión por saber qué fue lo que pasó. Pero, por otro lado, hace que por momentos la serie se resienta con secuencias en las que se incide una y otra vez en un mismo concepto sin pasar al siguiente. Además, no propone nada nuevo ni narra nada que no se supiese, al tratarse de un caso tan sobreexplotado en los últimos 10 años a nivel mediático.
En líneas generales, eso sí, es una propuesta bastante acertada. Sobre todo porque sus creadores son plenamente conscientes de la controversia que la serie iba a levantar. El caso Asunta sigue muy reciente en el imaginario social y habría sido muy fácil dejarse llevar por el morbo que suscita. Una inmensa parte de los espectadores que acudan a Netflix para verlo estarán movidos por ese factor, sin lugar a dudas. Pero desde el lado creativo, se ha intentado huir de ello lo máximo posible, al menos de manera explícita. Hay algunas escenas donde sí se cae en esa praxis, pero no es ni mucho menos la tónica general de la serie. Y ese respeto se agradece en un tema tan delicado como este.
Al margen de ese tono y forma de rodar que tan bien sientan en un true crime, lo más destacado de El caso Asunta es su reparto. Netflix lo ha apostado todo con un elenco de estrellas de primer de la industria española como Candela Peña, Tristán Ulloa, Javier Gutiérrez, María León, Carlos Blanco, Raúl Arévalo, Alicia Borrachero o Francesc Orella. Quienes más brillan son sus protagonistas. Candela Peña está colosal en uno de los mejores papeles de toda su carrera.
La actriz se mete de lleno en la compleja y perturbada psique de Rosario Porto. Una entrega total por la que, como ella misma ha reconocido, ha recibido numerosas críticas e insultos. Pero dejando de lado el aspecto ético sobre si está bien o mal abordar una historia tan cercana y dolorosa desde la ficción, es evidente que su trabajo es bárbaro. Una de las interpretaciones del año que se apoya, además, en una caracterización sensacional. A través de ella se aborda el misterioso perfil de la madre de Asunta. Haciéndose pequeña y supuestamente vulnerable, se come la pantalla.
Tristán Ulloa y, sobre todo, Javier Gutiérrez también están excepcionales. Es encomiable el compromiso de todo el elenco por ofrecer interpretaciones tan llenas de verdad con las que narrar no solo la historia, sino también el perfil psicológico y las relaciones de cada uno de los protagonistas. Se nota incluso el gran esfuerzo por dominar el acento gallego que tanta identidad le aporta al proyecto. En lo que a actores y actrices se refiere, solo queda rendirse ante El caso Asunta, pues se ha hecho una elección sobresaliente.
En resumen, El caso Asunta apunta a ser un gran éxito de Netflix que, si bien se sustentará en el interés morboso de su historia, probablemente convencerá por su respetuoso enfoque y por el profundo conocimiento sobre lo que se está contando. Tiene algunos altibajos en su narrativa, pero lo compensa con un reparto brillante en el que sobresale una estelar Candela Peña. A nivel ético el debate está servido, aunque puede que no exista una respuesta clara al respecto. Pero como serie de ficción, es una propuesta sensacional.