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Superman’, James Gunn una versión lograda

Llega a los cines Superman, la esperadísima primera película del Universo DC de James Gunn. El cineasta escribe y dirige una nueva versión del Hombre de Acero, el superhéroe más antiguo y famoso del planeta, con David Corenswet como protagonista. El actor hereda la capa de Henry Cavill en un filme que promete ser solo el comienzo de un gran universo cinematográfico que haga renacer a DC de sus cenizas.
Superman, pese a ser la primera entrega de la saga, no es una historia de orígenes. La cinta sigue a Clark Kent, que lleva ya tres años como el metahumano más poderoso de la Tierra. Está empezando a salir con Lois Lane mientras compagina su vida de periodista con sus hazañas como superhéroe. Sin embargo, el malvado Lex Luthor ha emprendido una sádica cruzada contra él. Y con una guerra internacional en el horizonte, solo el Hombre de Acero podrá hacer del mundo un lugar mejor.
Optimista y esperanzadora, James Gunn firma una película que se aleja del héroe trágico para renacer con un mensaje luminoso y muy apegado a la esencia del cómic. David Corenswet brilla como el nuevo Superman, acompañado de dos excelentes Rachel Brosnahan y Nicholas Hoult como Lois Lane y Lex Luthor. No es la gran película del Hombre de Acero porque su guion es caótico, pero lo compensa plasmando muchísimo corazón.
Lo que más llama la atención de Superman es lo que ya se había puesto de manifiesto en los últimos meses. Frente a la oscuridad y desasosiego de la anterior versión encarnada por Henry Cavill bajo la batuta de Zack Snyder, esta película es todo luz y color. James Gunn ha querido cambiar radicalmente la concepción que los espectadores tenían del personaje en los últimos tiempos.
Tanto en su propia historia como por medio de las imágenes, lo que transmite Superman no es tragedia ni epicidad, es esperanza. Es, en definitiva, una aproximación mucho más certera a la esencia del personaje, a esos cómics que durante casi 90 años han enamorado a sus lectores con un personaje luminoso, alegre y bueno. No es perfecto, comete errores y no es un puro héroe de acción. Es, simplemente, humano. Kal-El se guía por unos valores muy sencillos: ser buena persona, dejarse llevar por su corazón y utilizar sus inigualables poderes para servir al mundo, a las personas de a pie. Y eso es maravilloso.
James Gunn entiende muy bien al personaje y es capaz de sacar de él su versión más radiante y optimista. Ese es el motor de la película y lo que hace que funcione a pesar de sus fallos. Todo ello viene acompañado, como es lógico, de un tono muy familiar. Es una cinta pensada para que niños y adolescentes se lo pasen en grande, se rían y se diviertan. Porque, a pesar de algunos momentos más serios y oscuros de la mano de Lex Luthor, en general Superman mantiene ese humor bobalicón e ingenuo de los cómics y del que Gunn suele hacer gala en su cine.
Esto no quiere decir que Superman no tenga acción. Como buena película de superhéroes, cuenta con muchas secuencias de lo más entretenidas de puñetazos, monstruos gigantes, rayos láser, dimensiones paralelas... Todo muy bien dirigido y coreografiado por Gunn y acompañado de unos efectos especiales estupendamente bien logrados salvo un par de momentos puntuales, lo que también ayuda a dejar atrás los últimos desastres de DC.
En cualquier caso, a pesar de llevar a la pantalla la esencia de Superman como hacía mucho tiempo que no veíamos, la película está lejos de ser perfecta. Su gran lastre es su propia historia, demasiado complicada y enrevesada para una cinta fundacional. Los mayores fans de las viñetas no tendrán problemas en seguirla. Pero los jóvenes que se acerquen por primera vez a este mundo de DC van a encontrarse un caótico baile de personajes y de conflictos políticos y empresariales con el que no es tan fácil conectar.
Gunn ha puesto toda su atención en plasmar la atmósfera comiquera pero no se ha lucido tanto en ofrecer una historia con buen empaque. El filme arranca in medias res, es decir, con la trama ya empezada. Y aunque como espectador intentas asentarte rápido (sobre todo si conoces al personaje y su contexto), todo es demasiado frenético y casi no hay momentos para respirar. Hay saltos de un lado a otro sin parar con escenas inconexas que, además, te obligan a olvidar rápido porque enseguida has pasado a lo siguiente. Se agradece el dinamismo y la ligereza, pero da la sensación de que un guion más sencillo podría haberle sentado mejor a Superman, que queda lastrada por la falta de interés que genera su conflicto principal.
A pesar de ese guion irregular que desluce la cinta, Superman sí que brilla por otro motivo. La película no solo recoge a la perfección la esencia del héroe. Es que James Gunn ha dispuesto de un reparto sensacional y les ha dado unos personajes extraordinariamente bien diseñados. El director ha sabido plasmar el carácter y las actitudes de todos. Desde Clark Kent y Lois Lane hasta los secundarios como Guy Gardner, Metamorpho o Mr. Terrific.
La función, por supuesto, se la roba Lex Luthor, un villano de los de antes. Un tipo manipulador, violento y egoísta, la antítesis del propio Superman. Un excéntrico genio del mal capaz de las mayores locuras con tal de pararle los pies a su mayor amenaza, un hombre con capa dispuesto a ayudar y evitar las injusticias a toda costa. Nicholas Hoult, hipnótico en el papel, se lo ha pasado pipa haciendo la película.
Pero lo mismo podemos decir de sus otros dos protagonistas principales. Había mucha curiosidad por ver a David Corenswet como el nuevo Superman. El actor no lo tenía fácil, pues debía hacer olvidar a Henry Cavill. Misión cumplida. Su rango interpretativo es excelente y deja una de las mejores versiones que hemos visto de Superman, pero también de Clark Kent. Brillante en la doble faceta, está a la altura del reto.
Y parte de la culpa lo tiene su inseparable acompañante, la Lois Lane de Rachel Brosnahan. La actriz también se convierte en una de las mejores versiones de la intrépida periodista, a la altura de Teri Hatcher, Elizabeth Tulloch o Margot Kidder. La reportera del Daily Planet es todo garra y espíritu. Encarna el carácter fuerte que debe tener Lois. Y la química entre Corenswet y ella es, sencillamente, espectacular. Las escenas que comparten los dos solos son las mejores de Superman y donde más al descubierto queda el verdadero corazón de la película.
Tampoco podemos olvidarnos de los secundarios. Especial mención merecen el Linterna Verde Guy Gardner de Nathan Fillion, divertidísimo y arrogante, exactamente como en los tebeos; y el travieso Krypto el Superperro, que va a hacer las delicias de los más pequeños con su combinación adorable y destructiva. En resumen, al ver a tantos personajes, por lo general muy bien equilibrados, da la sensación de estar viendo un cómic en imágenes.
La Superman de James Gunn no será perfecta, no es "la gran película del Hombre del Mañana". Pero es una estupenda reinvención del mito, apegándose a los cómics para firmar una feliz y optimista carta de amor a los superhéroes y a los fans que han crecido entre viñetas. Pese a su irregular guion, el director logra plasmar la esencia más pura y esperanzadora del personaje, interpretado a la perfección por un David Corenswet que será el Superman de una nueva generación. Junto a él, la Lois Lane de Rachel Brosnahan y el Lex Luthor de Nicholas Hoult completan un reparto protagonista de ensueño.