Grandes Noticias > General

Migración masiva por el cambio climático

 

Más de la mitad de los ciudadanos de Tuvalu han solicitado la visa climática, un permiso especial que les permitirá convertirse en protagonistas de la primera emigración masiva provocada por el cambio climático. Desde luego, no es un logro para celebrar.

Ubicado a medio camino entre Australia y Hawái, Tuvalu es un país insular de alrededor de 10.000 habitantes, considerado el cuarto más pequeño del mundo. Generalmente se considera casi un paraíso en la Tierra. Sus ciudadanos lo habitan orgullosos o al menos lo hacían hasta hace poco, ya que las inundaciones se están convirtiendo en un problema que pone en serio peligro la propia existencia de las 9 islas que lo componen.

Con una altitud media de 2 metros sobre el nivel del mar y su condición de archipiélago, es lógico que haya inundaciones regulares. Pero hasta hace poco las inundaciones no habían sido tan frecuentes ni intensas como para hacer desaparecer el país. Puede parecer drástico, pero es justamente lo que los científicos predicen que pasará pronto si no se toman cartas en el asunto para frenar el cambio climático.

Esta predicción atemoriza a buena parte de los tuvaluanos, de ahí que más de la mitad de ellos se hayan lanzado a solicitar la visa climática. Con ella, serán acogidos por Australia, donde podrán vivir, trabajar o estudiar como ciudadanos de pleno derecho. La parte positiva es que también podrán volver a Tuvalu cuando lo deseen. Si el cambio climático sigue avanzando de la misma manera, desgraciadamente puede que pronto no tengan a donde volver. La vuelta solo sería viable si las medidas para frenarlo comienzan a surtir un verdadero efecto.

En realidad, las inundaciones de Tuvalu no son fruto de las lluvias. Al menos no es el único motivo. El problema principal es el aumento del nivel del mar provocado por el cambio climático.

La fusión de los glaciares y los casquetes polares está provocando un aumento del nivel del mar que pone en serio riesgo a naciones como este país insular, rodeado de agua por todos sus bordes.

Según UNICEF, para 2100 podría haber ya un 95 % del país sumergido bajo el agua. Eso, como es lógico, significa que será un país inhabitable. Dicha organización calcula que los niños que viven hoy en día en Tuvalu serán la última generación que podrá pasar toda su vida en el país que la vio nacer.

Según UNICEF, los niños de Tuvalu serán la última generación que podría vivir siempre allí. 
Todo esto es lo que ha llevado al desarrollo del Tratado de la Unión Falepili de Australia-Tuvalu. Este se firmó en 2023 con el objetivo de confirmar la unión de fuerzas entre los dos países para combatir el cambio climático. Pero, por desgracia, Tuvalu está mucho más expuesta a estos peligros que Australia. Por eso, el gobierno australiano se comprometió a dar asilo a sus habitantes si lo necesitasen. Nació así la idea de esa visa climática que ahora ha solicitado más de la mitad de la población.

¿Qué es la visa climática?
En un comunicado reciente, el ministerio de extranjería del gobierno australiano señala que el primer objetivo del Tratado de la Unión Falepili es permitir a los habitantes de Tuvalu “continuar en su hogar a través de la recuperación de tierras y las inversiones continuas en infraestructura, educación y salud”. Se han comprometido 47 millones de dólares para ese fin durante lo que queda de 2025 y 2026. No obstante, si el cambio climático sigue avanzando, esto puede ser insuficiente. Es por esto por lo que pueden ser necesarias medidas más drásticas.

La visa climática permitirá que cada año puedan emigrar a Australia un total de 280 habitantes de Tuvalu. Tras la revisión de solicitudes, se decidirá cuáles son los casos más urgentes para recibirla. Quienes no lo consigan pueden volver a solicitarla al año siguiente.

Aproximadamente un tercio de los habitantes de Tuvalu solicitó la visa climática en los primeros cuatro días desde que se abrió el plazo. Finalmente han sido 5.157 solicitudes, más de la mitad de la población del país insular.

Está claro que los tuvaluanos saben lo que se les viene encima. Ojalá no sea necesario que todos huyan. Esperemos que algún día puedan volver. Mientras tanto, es un alivio saber que hay un país que les abre las puertas para comenzar una nueva vida. Porque todos podemos ser emigrantes algún día. Que no se nos olvide nunca.

 

 

ROSARIO CLIMA

Recientes