Grandes Noticias > General
Dos propuestas por Vicentin
Un grupo de acreedores y dos grandes empresas del sector agroexportador presentaron planes distintos para resolver el concurso de la firma. Las ofertas difieren en los porcentajes de pago y en los plazos de recuperación de la deuda.
El proceso concursal de Vicentin avanza con dos propuestas principales que buscan definir el futuro de la empresa agroexportadora. Una de ellas fue presentada por el grupo Grasy, integrado por acreedores vinculados al correntaje de granos, y la otra por las compañías Molino Agro y LDC (Louis Dreyfus Company).
El plan impulsado por el grupo Grasy plantea una quita significativa de la deuda y prevé el pago del 30 al 40 por ciento en un plazo de diez años. Además, propone que los acreedores se conviertan en accionistas, con la posibilidad de recuperar hasta el 200 por ciento de sus créditos si el proyecto prospera.
En cambio, la propuesta conjunta de Molino Agro y LDC ofrece condiciones más favorables para los acreedores. Establece la recuperación del 80 por ciento de la deuda de manera inmediata, con la posibilidad de alcanzar el 90 por ciento en un plazo de tres a cuatro años, a una tasa de interés del 4 por ciento anual.
Ambas alternativas están siendo analizadas en el marco del concurso preventivo que atraviesa la empresa, mientras los acreedores evalúan cuál de los planes presenta mayores garantías de recuperación y viabilidad a largo plazo.
Contexto:
Vicentin fue, durante décadas, una de las principales agroexportadoras del país. Con base en Avellaneda, Santa Fe, concentraba negocios en la exportación de granos, aceites y biodiésel. Pero en diciembre de 2019 la empresa cayó en default al dejar impago un pasivo que superaba los 1.500 millones de dólares, en su mayoría con bancos y proveedores del sector agroindustrial.
Desde entonces, la compañía atraviesa un extenso proceso concursal en los tribunales de Reconquista, bajo la supervisión del juez Fabián Lorenzini. Tras el fracaso del intento de rescate a través de un acuerdo con sus acreedores, se activó la etapa conocida como "cramdown", prevista en la Ley de Concursos y Quiebras, que permite a terceros interesados presentar propuestas para quedarse con el control de la empresa.
