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Violenta represión a Jubilados en la marcha
Una nueva jornada de protesta de los jubilados terminó este miércoles con incidentes y detenidos frente al Congreso Nacional, donde se repite cada semana la histórica movilización en reclamo de mejoras en los ingresos y en rechazo al veto del presidente Javier Milei a la reforma que establecía un aumento en las jubilaciones.
La vergonzosa y violenta detención del Padre Paco, quien acompaña las marcha de jubilados desde sus comienzos; el sacerdote criticó el “ensañamiento” con los jubilados y reclamó por la aberrante situación social del país. Además la violenta y descontrolada policía de Patricia Bullrich, golpeo a jubilado y manifestantes; detuvo a varios de ellos y a un trabajador de prensa.
Desde horas del mediodía, la Policía Federal montó un megaoperativo de seguridad en los alrededores del Palacio Legislativo. El despliegue incluyó vallas y un primer cordón de efectivos que buscó mantener a los manifestantes sobre la vereda en cumplimiento del protocolo antipiquetes. Sin embargo, pese a las restricciones, el tránsito en torno a Plaza Congreso terminó interrumpido por momentos debido a los forcejeos y corridas.
El primer cordón del operativo estuvo bajo control de la Federal, encargada de concretar las detenciones, mientras que la Policía de la Ciudad se mantuvo en un segundo anillo de contención. “Nos empujaron para que no nos acerquemos, pero no estamos haciendo nada malo, solo reclamamos lo que nos corresponde”, relató uno de los jubilados que participó de la concentración.
Durante la tarde, la tensión fue en aumento. Los empujones entre manifestantes y efectivos se multiplicaron cuando algunos grupos intentaron avanzar hacia las escalinatas del Congreso. Varios manifestantes denunciaron excesos policiales, mientras otros pidieron calma para evitar que la protesta derive en nuevos enfrentamientos.
Además del reclamo previsional, distintos colectivos de familiares y organizaciones vinculadas a la discapacidad se sumaron a la movilización. Estos exigieron al Ministerio de Salud la aplicación efectiva de la ley de emergencia en Discapacidad, ya sancionada por el Congreso pero que, según denunciaron, todavía no fue instrumentada por el Poder Ejecutivo.
La marcha de los jubilados, que ya se volvió un ritual de los miércoles, volvió a convertirse en símbolo del descontento social frente al deterioro del poder adquisitivo y a las políticas del Gobierno nacional. Mientras tanto, las detenciones confirmadas por las fuerzas federales marcaron un nuevo punto de conflicto entre los manifestantes y las autoridades de seguridad.
