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Algo huele mal... muy mal
¿Quién se hace cargo? Once provincias en llamas
Las quemas en zonas medioambientales protegidas o que deberian serlo, son ecosidios.
La lectura de las autoridades responsable parece ser genial, pero hasta ahora no hay medidas que solucionen este grave problema que afecta a todo el país.
Los humedales del Paraná no son solo el río sino también la extensa planicie que los rodea: un mosaico de bañados, pajonales, pastizales, bosques y lagunas entreveradas con arroyos interactuando con toda la población isleña, la fauna nativa y el ganado. El Delta del Paraná ocupa unos 19.300 kilómetros cuadrados, cerca de los principales centros urbanos de la Argentina. Hoy, desde esas islas se levantan columnas de humo que llegan a Rosario, San Nicolás o San Pedro, y la alarma crece.
En lo que va del año, más de 3.700 focos de calor fueron detectados por datos de sensores satelitales (datos VIIRS, resolución 375 m). Son potenciales fuegos. Aún si el fuego se apaga, lo quemado persiste. De esos focos, el 82,5 % se concentra en la provincia de Entre Ríos, gran parte en las islas de la Reserva (municipal) de Usos Múltiples Islas de Victoria (más del 60 % de los focos totales) y los restantes 11,4 % y 6,1 % en Buenos Aires y Santa Fe, respectivamente. Se trata de un problema que atraviesa las fronteras jurisdiccionales, tanto en tierras de propiedad privada como en tierras fiscales arrendadas a privados.
Los gobiernos responsables deberian tomar acciones efectivas y urgentes para erradicar y prevenir la expansión de incendios en todo el territorio nacional, fenómeno íntimamente vinculado con el cambio climático, el desarrollo de proyectos inmobiliarios y desarrollos de cultivos extensivos, que destruyen zonas naturales y el medio ambiente, provocando desastres naturales inmensurables.
Al momento, son 11 las provincias padeciendo los incendios, con muertos, evacuados y heridos: Tierra del Fuego, Santa Cruz, Chubut, Río Negro, Neuquén, Entre Ríos, Corrientes, Misiones, Santa Fe, Formosa y Buenos Aires.
